Carta del rector – Trabajo, dignidad y futuro compartido
12 de mayo de 2025 2025-05-12 8:49Carta del rector – Trabajo, dignidad y futuro compartido

Apreciada comunidad uniatlanticense, reciban como siempre de mi parte un saludo de paz y bien.
El pasado primero de mayo conmemoramos el día del trabajo, una fecha que nos invita a detenernos, no solo para relevar historias y luchas, sino también para reflexionar en profundidad sobre el valor del trabajo y su impacto en la construcción de una sociedad más justa y equitativa. Con el paso del tiempo, esta jornada ha cobrado un significado cada vez más fuerte: reafirmar el compromiso de nuestra Universidad del Atlántico con la calidad de vida de las personas, especialmente de los sectores más vulnerables.
En este momento que vive el país cuando el debate sobre una reforma laboral cobra relevancia, siento el deber de aportar a esta conversación desde mi lugar como rector, académico y ciudadano, que considera la educación pública como motor de transformación social. El trabajo no es solo una fuente de ingresos, es una vía para construir dignidad, jalonar sueños, sostener familias y comunidades. Desde esa perspectiva, nace también la convicción de que una Universidad como la nuestra, pública y comprometida, debe estar al servicio de la gente.
Tener trabajo es una bendición por la que hay que agradecer cada día. Una oportunidad de vivir con dignidad. No quiero imaginar la vida sin un trabajo y, en ese sentido, saber que hoy hay muchos que se levantan sin uno, es lo que nos alienta a ir más allá de los límites de una Universidad de formación, para consolidarnos como Universidad orientada al desarrollo.
Avanzar en el camino del emprendimiento, como lo estamos haciendo, es más que apostar por modelos productivos, es entender que apoyar una empresa, en su nacimiento o en su fortalecimiento, representa también proteger a quienes encuentran en ella su sustento diario; es cuidar el tejido social que se construye en torno al trabajo y ayudar a que muchas familias puedan soñar con un mejor mañana.
No podemos hablar de empleo sin hablar de la empresa. Defender al trabajador también implica defender al empresario, pues solo en la medida en que existan condiciones favorables para emprender, invertir y sostener una empresa, será posible generar más y mejores oportunidades laborales. La empresa y el empleado no deben ser vistos como fuerzas opuestas, sino como partes complementarias de un mismo sistema. Si uno se debilita, el otro también. Por eso, es fundamental construir un entorno en el que haya garantías para ambos, donde el diálogo y la colaboración sean la base de una economía más humana, productiva y sostenible.
Desde la academia también es necesario educar a nuestros empresarios en una perspectiva ética enmarcada en la responsabilidad social empresarial. Si formamos empresarios y emprendedores conscientes de que su papel va mucho más allá de la rentabilidad, que están llamados a servir a sus comunidades, respetar la dignidad de sus trabajadores, construir entornos laborales donde el respeto, la estabilidad y el bienestar sean principios rectores, nuestra sociedad marchará mejor.
Por eso, en medio del debate nacional sobre una reforma laboral, necesitamos mirar más allá de los temores o intereses particulares. El país requiere de una reforma que humanice las relaciones laborales, que fortalezca los derechos, pero que también cuide y proteja a la empresa. Que construya equilibrios, no imposiciones. Que entienda que dignificar el trabajo es también fortalecer nuestro desarrollo como nación.
Desde la Universidad del Atlántico seguiremos promoviendo una educación que defienda los derechos laborales, que forme líderes comprometidos y que impulse empresas con alma, porque trabajar con dignidad es un derecho y también una esperanza.
Danilo Hernández Rodríguez
Rector